Entre cuatro paredes.

Un día más, me veo sentada en el pasillo justo enfrente de tu puerta buscando un porque. Pero hoy me niego, hoy simplemente quiero descubrir la forma de acceder a ti.
No soy Dios, pero tampoco tu enemigo, no soy médico pero tampoco un asesino. Y me pregunto: ¿Quién debería ser para poder acceder a tí? ¿Quién tiene la llave de tu habitación? Y lo más importante: ¿Quién tiene el poder sobre tu mente?
Son preguntas sin respuesta, como tantas a lo largo de la vida me he preguntado, y por ello, por favor confía en mí, es difícil poder ayudar sin dejar que alguien forme parte de tu mundo.
A mi alrededor está la luz, la familia, los amigos, la ciudad, el país... el mundo. Elige a quien quieras y ofrécele el camino para acceder a ti.
Tu solo debes dar el primer paso y juntos volveréis al mundo de todos, al mundo donde lo primero que verás será a alguien sentado en el suelo con lágrimas secas en los ojos, los brazos abiertos y un T'ESTIMO (TE QUIERO) en los labios.
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